El lunes 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En conmemoración de esta efeméride, cuatro mujeres de nuestro centro de investigación, nos explican su experiencia.
Natàlia Vilor-Tejedor, investigadora postdoctoral
El lunes 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En conmemoración de esta efeméride, cuatro mujeres de nuestro centro de investigación, nos explican su experiencia.
“Creo que mi interés por la ciencia se me despertó desde bien pequeña, ya que pese a no ser consciente, siempre he tenido inquietud por todas las actividades y juegos más ‘de ciencias’. Al principio quería ser médico, después cambié a ingeniera, y finalmente, matemática y doctora en Biomedicina. Mi primer referente consciente fue el de Marie Curie como icono de la perseverancia en la ciencia, pero a lo largo de mi etapa universitaria tuve la posibilidad de conocer a mujeres a las que admiro y que juegan un papel importantísimo dentro de la ciencia, y de la forma cómo yo la veo. Son las profesoras Malu Calle y Lupe Gómez. Para mí, ¡ellas son mi auténtico referente!
En mi trayectoria científica he vivido experiencias e inquietudes muy enriquecedoras, y he podido participar en grupos de trabajo y entornos que me han hecho crecer como persona. Lo que más me gusta es el hecho de pensar que lo que estoy haciendo puede ayudar a desarrollar la investigación de otras personas y que estoy ayudando a hacer avanzar nuestra sociedad. Concretamente, estoy viendo que hace unos años enfermedades como el Alzheimer eran totalmente desconocidas, y ahora con la investigación que se está haciendo y a la cual estoy contribuyendo, podemos avanzar a mejorar, como mínimo, la calidad de vida de mucha gente. Y esto, al final, ¡es nuestra propia calidad de vida! Para mí, no hay satisfacción más grande que disfrutar de aquello en lo que trabajas”.