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La Fundación Privada FIATC se suma a la lucha contra el Alzheimer como mecenas de la Fundación Pasqual Maragall

31 marzo, 2022

La Fundación Pasqual Maragall y la Fundación Privada FIATC hemos sellado un convenio de colaboración con el objetivo de desarrollar actuaciones para la prevención y tratamiento del Alzheimer y las enfermedades neurodegenerativas.

De esta manera, la Fundación Privada FIATC entra a formar parte del Consejo de Mecenazgo de la Fundación Pasqual Maragall, formado por 13 mecenas, además de más de 50.000 socios, patronos, iniciativas, legados solidarios y otras empresas socias y donantes que apoyan la entidad, hace posible que la Fundación Pasqual Maragall trabaje para conseguir un mundo libre de enfermedades neurodegenerativas.

En concreto, la colaboración de la Fundación Privada FIATC se destinará al Programa online de apoyo emocional y formación para personas cuidadoras de familiares con Alzheimer, ‘Aprende a cuidar y a cuidarte’.

En la Fundación Pasqual Maragall desarrollamos programas grupales en los que se tratan temas de gran relevancia, como la evolución de la enfermedad, cómo se abordan los síntomas, la comunicación con la persona afectada y los recursos comunitarios disponibles, entre otros. Asimismo, en estos espacios también se proporcionan pautas y estrategias específicas para atender el propio bienestar de la persona encargada del cuidado de su familiar con Alzheimer.

 

Un programa diseñado para dar respuesta al día a día

El Programa online de soporte emocional y formación para personas cuidadoras de familiares con Alzheimer, ‘Aprende a cuidar y a cuidarte’, está orientado al acompañamiento de personas cuidadoras, ofreciéndoles un recurso formativo y de ayuda emocional. ‘Aprende a cuidar y a cuidarte’ es un programa psicoeducativo basado en una perspectiva práctica y adaptada a las necesidades que se presentan en el día a día cuando se atiende a un ser querido con Alzheimer. Las dinámicas se desarrollan en grupos de 10 personas durante 8 sesiones de 60 minutos y tienen una frecuencia semanal.

Según Arcadi Navarro, director de la Fundación Pasqual Maragall, “para nosotros es muy importante que las empresas se comprometan en la lucha contra el Alzheimer y, especialmente, en los programas de acompañamiento a las personas cuidadoras, que a menudo sufren problemas físicos y psicológicos derivados de su rol, como puede ser estrés, ansiedad, depresión o frustración”.

Por otra parte, Joan Castells, presidente de la Fundación Privada FIATC, ha destacado que “nuestro compromiso con la Fundación Pasqual Maragall es un reflejo de la misión de nuestra entidad: acompañar a las personas a lo largo de su vida y asegurar su bienestar y protección. Los cuidadores son personas con una carga física, y especialmente emocional en este tipo de enfermedades, que requieren también de atención. Entendemos que ofrecerles nuestra ayuda a través del trabajo, la experiencia y el conocimiento de la Fundación Pasqual Maragall nos permite reforzar la cadena de apoyo mutuo que toda sociedad necesita para progresar”.

 

Más de 15 horas al día dedicadas al cuidado de un familiar con Alzheimer

En más del 80% de los casos de Alzheimer, la atención y cuidado directo recae en la familia, con una media de dedicación de la persona cuidadora principal de 15 horas diarias, los siete días de la semana, aunque esta implicación llegó a las 18h diarias durante el confinamiento. En la gran mayoría de los casos, el cuidado de una persona dependiente se resuelve en el seno de la intimidad familiar y, por lo tanto, supone el sacrificio y la renuncia, en la mayoría de los casos, de las mujeres, que tienen que reducir su jornada laboral o, incluso abandonar su carrera profesional. En 2020, un 93,6% de las personas que se vieron obligadas a reducir su jornada laboral para cuidar un familiar con Alzheimer fueron mujeres, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El Alzheimer es el responsable del 75% de las demencias, que son alteraciones crónicas de salud que afectan a más de 900.000 personas en todo el estado. Esto son una de cada 10 personas mayores de 65 años, y un tercio de las mayores de 85 años. Unas cifras que, de no encontrarse tratamientos modificadores, podrían duplicarse en el año 2050.


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