El lunes 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En conmemoración de esta efeméride, cuatro mujeres de nuestro centro de investigación, nos explican su experiencia.
Karine Fauria, gerente de recursos científicos
El lunes 11 de febrero se celebra el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. En conmemoración de esta efeméride, cuatro mujeres de nuestro centro de investigación, nos explican su experiencia.
“De pequeña quería ser paleontóloga. Mi padre me había hecho una mochila de tela con espacio para poner martillos, pinzas, pinceles, bolsitas, etc. ¡Iba a todas partes con esta mochila! Después decidí que quería ser arqueóloga, viajando por el mundo en avionetas, como una aventurera (soy generación Indiana Jones, alguna cosa se ha quedado implantada en mi cerebro). Al final, cuando empecé a estudiar la asignatura de Biología, descubrí la Geología (paso obligado para hacer Paleontología o Arqueología), ¡y no me gustó nada! Es entonces cuando me orienté hacia la evolución, la genética de poblaciones, y me encontré con muchas cosas satisfactorias sobre las teorías de la evolución.
Haciendo mi doctorado y postdocs en Neurociencia, completé mis sueños de pequeña viajando a lugares diferentes, tanto para hacer experimentos en la naturaleza, como para asistir a congresos o para vivir. Al final, con lo que me quedo de la ciencia es con mi trayectoria final: he pasado de soñar que quería ser una aventurera, a trabajar en proyectos clínicos para mejorar el mundo en el cual vivimos”.