Tres profesionales del BBRC nos dan su visión sobre la mujer en el ámbito científico
Nos sumamos al Día internacional de la mujer y la niña en la ciencia
Tres profesionales del BBRC nos dan su visión sobre la mujer en el ámbito científico
Desde la Fundación Pasqual Maragall y el Barcelonaβeta Brain Research Center, nos adherimos un año más a la celebración del Día Internacional de la mujer y la niña en la ciencia el 11 de febrero, declarado en 2015 por la Asamblea General de Naciones Unidas. El propósito de este día es conectar a la comunidad internacional con las mujeres y las niñas a la ciencia, reforzando así los lazos entre la ciencia, la política y la sociedad para buscar estrategias orientadas a la mujer en el campo de la ciencia. Por eso, durante esta jornada, se ponen en marcha diversas iniciativas para visibilizar su papel en la ciencia y eliminar los estereotipos de género.
Este año, tres mujeres que trabajan en el ámbito de la investigación en el BBRC explican cómo surgió su interés por la ciencia, cómo ven la situación de las mujeres en el mundo científico y cuál es su labor en nuestra entidad. Alba Cañas, Patricia Genius y Iva Knezevic hablan sobre su experiencia profesional y comparten sus opiniones para remarcar el papel indispensable de todas las mujeres que trabajan para conseguir un futuro mejor en el ámbito tecnológico y científico.
1. ¿Cómo decidiste dedicarte a la ciencia? ¿Cuál fue tu motivación?
Alba Cañas, Neuropsicóloga: Ya desde pequeña mi padre decía lo típico de “esta niña es más de números que de letras”. Cuando iba al ‘cau’ recuerdo que me encantaba todo lo que tuviera que ver con resolver enigmas con números, hacer experimentos, etc. Sin embargo, al llegar al Bachillerato no tenía muy claro qué hacer, pero sabía que iba a ser algo del ámbito científico. Cuando hacía el segundo curso, me encontré con un profesor de Filosofía que acababa de cursar Psicología, y ofrecía una optativa en mi instituto. Decidí apuntarme y fue allí cuando se despertó un interés en mí que hasta el momento no había descubierto: cómo funcionan la mente y la conducta humana.
Patricia Genius, Investigadora Predoctoral: Pues si soy sincera, no sabría encontrar un momento o motivo que me hiciera decantarme por la ciencia, fue más bien un proceso. Siempre me han gustado mucho los números y desde pequeña mi abuela me llevaba cuadernos que preparaba llenos de operaciones matemáticas para que las aprendiera. Ya en el Bachillerato, me llamaban la atención la Biología, las Matemáticas, la Química… Fue cuando empecé a sentir que una futura científica empezaba a despertar. Creo que la motivación fue ver que era un campo tan extenso que, independientemente de lo que escogiera hacer, podría disfrutar del camino, involucrándome en una comunidad que tiene como objetivo ayudar a los demás.
Iva Knezevic, Scientific Project Manager: Curiosidad y, supongo, cierta afinidad innata. Recuerdo que acababa de aprender a leer cuando mis padres me dieron unas enciclopedias, una historia y otra de ciencias naturales. De algún modo, el volumen de ciencias de la vida siempre terminaba en mis manos: me interesaba su contenido con distintos experimentos en Química y Biología. Lo mismo me ocurrió en los cursos superiores de la escuela. Estaba sumergida en el mundo de los átomos y moléculas, por lo que estudiar Bioquímica fue una elección natural. Durante la universidad descubrí la Biología Celular, que más tarde me llevó a Barcelona para realizar mis estudios de doctorado.
2. ¿Qué consideras que es necesario tener en consideración a la hora de desarrollar una carrera científica? ¿Qué consejo le darías a las personas jóvenes que quieren ser científicas?
Alba Cañas: De entrada, mucha paciencia. Por norma general suele ser un camino largo, lleno de especializaciones y requerimientos para conseguir el siguiente paso. Es importante perseverar, incluso cuando no acabas de ver claro si podrás dedicarte a lo que quieres. También hay que mostrarse curioso/a hacia todo lo que rodea al campo científico escogido. A veces entras en una carrera por una cuestión y, una vez estás dentro, te das cuenta de que ese campo es realmente muy extenso. Debe ser consciente de ello, porque en un momento debes especializarte en alguna temática concreta. Y dentro de esta, estarás siempre en constante aprendizaje.
Patricia Genius: Considero que es necesario ser consciente de que es una carrera de fondo. Estamos acostumbradas a estudiar y aprender por tener éxito a corto plazo y ser premiadas por resultados rápidos, más que por el proceso. La ciencia, en cambio, requiere paciencia, constancia y esfuerzo. A las jóvenes que quieran ser científicas les diría que observen su entorno y que encuentren referentes en personas cercanas, como familiares y/o profesoras.
Iva Knezevic: Realmente necesitas amar lo que haces, aprender a disfrutarlo y apreciarlo. Cuando se trata de ciencia, requiere gran cantidad de paciencia, resiliencia y meticulosidad. Un consejo muy importante para quien se inicie en una carrera científica, y que a mí me hubiera gustado que me dieran al principio, es recordar que nunca debes avergonzarte de hacer preguntas y es necesario explorar todas las posibilidades de desarrollo profesional. También hay que leer mucho, aprender a escribir artículos, saber comunicar los resultados en conferencias y hacer networking. Sobre todo, asegurarte de encontrar un buen mentor/a, para que pueda guiarte en los primeros años y ofrecer buenos consejos cuando sea crucial.
3. ¿Cuál es tu labor en el BBRC y cómo vives tú el mundo de la ciencia?
Alba Cañas: Trabajo como neuropsicóloga en el equipo de Operaciones Clínicas. Mi principal tarea consiste en evaluar las capacidades cognitivas (memoria, atención, lenguaje…) de los voluntarios y voluntarias que participan en los distintos estudios. También me gusta mucho poder contribuir a realizar una pequeña tarea de divulgación, dado que muchas de estas personas tienen dudas y preguntas sobre la enfermedad y sobre cómo avanza la investigación. Creo que es importante poder dar respuestas (en la medida de lo posible) y hacerlo desde un entorno de tú a tú y en un lenguaje que les sea fácil de comprender. En general, los participantes quedan bastante satisfechos cuando ven que su implicación en los estudios del BBRC tiene una relación directa con estos avances científicos. En cuanto a la ciencia, creo que tengo suerte de estar en un entorno laboral que me permite ver dos vertientes: qué implica directamente la enfermedad en las personas y al mismo tiempo cómo todos estos datos que recogemos a través de las visitas son útiles para comprender y realizar avances en la búsqueda.
Patricia Genius: Actualmente, estoy en mi segundo año como estudiante predoctoral en el Grupo de Neurobiogenética, dentro del ámbito de Neuroimagen. La investigación que desarrollo se basa en estudiar cómo la genética impacta diferentes estructuras cerebrales. Existen estudios de asociación del genoma completo que han encontrado cambios específicos en la secuencia de ADN que se asocian con determinados rasgos en la población. Estas variantes genéticas, de forma independiente, tienen un efecto muy pequeño al explicar la variabilidad de este rasgo. Pero cuando se agrupa el efecto de todas estas variantes, podemos trabajar con una estimación de lo que sería la predisposición genética de un individuo por un rasgo concreto. En nuestro caso, trabajamos con estas medidas analizando su asociación con fenotipos cerebrales asociados a la enfermedad del Alzheimer. Vivo la ciencia con pasión y respeto, tengo mucho respeto por la profesión. Intento aprender día a día, y lo vivo como un reto y constante crecimiento.
Iva Knezevic: Estoy ocupando una posición de Scientific Project Manager, esto significa que estoy un poco más al “otro lado” de la ciencia. Mi trabajo consiste en funciones tanto administrativas como operativas, que incluyen la planificación, la preparación, la implementación y ejecución de los proyectos asignados, el diseño y la redacción de los protocolos de estudio, la elaboración de propuestas de investigación en colaboración con investigadores, aunque no participo en las visitas de estudio y en el análisis de los resultados, estoy presenciando desde la primera fila la investigación científica de categoría mundial del BBRC.
4. ¿Qué pasos crees que deben seguirse en nuestra sociedad para garantizar la visibilidad y la representación de las mujeres en el mundo científico?
Alba Cañas: Considero que todavía queda mucho por hacer, empezando por la educación de los niños. De entrada, creo que se necesitan más referentes femeninos en diversos campos científicos. En general, debe visibilizarse más el trabajo llevado a cabo por las científicas, o al menos igualarlo respecto al que hacen los hombres. También hay que erradicar ciertos estereotipos de género. No hay carreras profesionales más adecuadas a un género u otro y esto es algo que debe promoverse desde casa, los centros educativos y la sociedad en general. Creo que a nivel global también es necesario dar a conocer que todavía existe una brecha de género en este campo. Es importante reconocer el problema para tener conciencia y poder empezar a remediarlo (por ejemplo, más mujeres ocupando posiciones elevadas en determinados campos científicos podría facilitar la visibilización de las mismas en este ámbito).
Patricia Genius: Creo que es básico deconstruir la imagen clásica de las actividades en las que la mujer se ha visto involucrada, para construir una imagen firme y real que dé la visibilidad que la mujer se merece, y por la que lleva trabajando desde hace años. Me refiero a una figura de independencia, con poder de decisión y con aspiraciones en el ámbito profesional. Y, consecuentemente, ver a más mujeres ocupar posiciones importantes. Hay mucho talento femenino, y es el talento el que debería prevalecer por encima de todo. Sería genial no tener que preguntarnos en un futuro qué hacer para garantizar la visibilidad, pero sobre todo necesitamos representación de las mujeres en el mundo, en general.
Iva Knezevic: Necesitamos emancipar y educar desde pequeños, tanto a los niños como a las niñas, que las niñas son capaces de cualquier cosa. Deberíamos enseñar a las jóvenes que intelectual y emocionalmente son tan fuertes y capaces como sus amigos hombres. Deberíamos educar a los jóvenes sobre la fuerza y la ambición femeninas, tan poderosas como las de ellos, desde una edad temprana. A partir de ahí, nuestra sociedad debe dar los mismos puntos de partida y oportunidades, para no seguir perpetuando la discriminación.