El nuevo Programa de socios y socias embajadores de la Fundación Pasqual Maragall, que se ha puesto en marcha este año, tiene como objetivo ofrecer a nuestra base social la oportunidad de participar de forma directa en el día a día de la organización. Este año, tres personas han sido seleccionadas para ser embajadoras, que podrán formar parte de procesos participativos y vivir el día a día de la organización, construyendo un entorno de confianza.
El proceso de selección, que se inició en octubre del pasado año, acumuló un total de 130 solicitudes. Meses después, entre los socios finalistas –todos con una amplia vertiente social y diferentes vínculos con el Alzheimer–, el Comité de Selección eligió tres: Ana María Ruiz, Antonio Ivorra y Esther Vázquez-Limon.
Desde diferentes perspectivas, los embajadores de 2025 están volcados en la base social. Os los presentamos: Ana, nacida en Valencia, tiene 75 años y está jubilada después de años trabajando como docente. Ella es participante del estudio Alfa del Barcelonaβeta Brain Research Center (BBRC) y, motivada por su experiencia vital con la enfermedad, quiere seguir contribuyendo con el proyecto social y científico que desarrollamos en la Fundación.
Antonio, por su parte, es originario de Alicante, tiene 59 años y actualmente trabaja en temas de sostenibilidad. Es activo tanto a nivel profesional como social y está motivado en tener un impacto más directo en la construcción de un futuro sin Alzheimer, pudiendo así transferir su dedicación profesional a la acción social, por una causa que le toca de cerca.
Esther, de 35 años, es de Huelva, trabaja como farmacéutica y lleva años viviendo de cerca los efectos de la enfermedad. Está cargada de energía y aboga por el trabajo en equipo para conseguir nuestro propósito.
Esta iniciativa nace con la voluntad de replicarse anualmente y, por ello, con el paso de los años, se creará un Comité de Embajadores constituido por todas las personas que hayan formado parte de alguna edición.
