Los organoides se generan a partir de células madre que, en condiciones específicas, pueden generar múltiples partes distintas del cerebro humano. Alcanzan un tamaño máximo de 3-4 mm3.

A pesar de las limitaciones que tienen (por ejemplo, ausencia de vasos sanguíneos y células inmunitarias), son un modelo muy valioso para la investigación biomédica. Además, comparten la misma identidad genética que la persona de la que se ha extraído la muestra.

Los modelos in vitro de órganos humanos constituyen un avance de la última década que ha permitido impulsar la investigación biomédica, y su traslación a la medicina se está acelerando en los últimos años. Ahora ya se pueden generar organoides prácticamente de cualquier tejido humano.

Los organoides cerebrales ofrecen una representación más precisa del cerebro humano que los cultivos bidimensionales o los modelos animales, ya que replican varios aspectos tanto estructurales como funcionales del cerebro.

En la última década, numerosos centros de investigación han comenzado a utilizar esta tecnología para modelar enfermedades neurológicas y como plataforma para el cribado de fármacos.

Estos organoides son modelos muy útiles para entender enfermedades humanas complejas, como es el caso de la enfermedad de Alzheimer, lo cual, en un futuro próximo, permitirá explorar posibles estrategias terapéuticas. Nos permitirá tener una herramienta predictiva muy potente.

Además, con este proyecto también se está creando un banco de células que tiene un gran potencial como plataforma de cribado de fármacos.

El objetivo de este estudio es analizar cómo contribuyen distintos factores genéticos al desarrollo de la enfermedad de Alzheimer.

El estudio empezó en 2022 y se alargará durante diversos años porque uno de los objetivos es generar un banco de células pluripotentes de nuestros voluntarios. Entre tanto, han surgido otros proyectos a partir de esta idea troncal, como el proyecto financiado por La Marató para entender el impacto de la COVID-19 en las neuronas en un contexto de Alzheimer, que acabará a finales de año.

Actualmente el estudio se realiza con muestras de sangre almacenadas de nuestros participantes. Para este estudio en concreto, en esta fase piloto, hemos seleccionado a algunos voluntarios con unas características genéticas determinadas. De momento, hasta que evaluemos si el estudio tiene un impacto positivo, no ampliaremos la cantidad de participantes de esta investigación.

Para poder participar en un estudio, puedes apuntarte en este formulario, escogiendo el motivo de contacto "Quiero participar en un estudio científico". Una vez rellenados los datos, te tendremos en cuenta para futuros proyectos y si cumples el perfil de algún estudio, contactaremos contigo. Para cualquier duda que tengas en relación con este tema, puedes escribir un correo electrónico a voluntarios@fpmaragall.org.

En la actualidad la detección de la enfermedad en la práctica sanitaria continúa siendo mayoritariamente clínica y requiere de la presencia de síntomas de deterioro cognitivo. En algunos centros de referencia además se realizan pruebas como la punción lumbar, que, si bien es fiable y segura, es una prueba invasiva. En estos momentos estamos investigando para poder diagnosticar la enfermedad de forma temprana y no invasiva, así como para detectar personas en riesgo de padecer la enfermedad que en un futuro podrían beneficiarse de los tratamientos preventivos. Nos hallamos en un momento clave: diferentes centros de investigación y compañías están investigando opciones de tratamiento que, por primera vez, cambiarían el curso de la enfermedad. Así, el panorama en el manejo y abordaje del Alzheimer podría cambiar en un futuro cercano gracias a este tipo de fármacos.

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